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Para perpetrar su último atentado, ETA utilizó munición de la marca checa BSP, la misma que se utilizó hace una semana en un tiroteo en el que resultó herido un gendarme en la localidad francesa de Pau. En el lugar de los hechos se encontraron cuatro casquillos. Uno de los disparos alcanzó al ertzaina Javier Mijangos en la base de la nuca, causándole la muerte pocos minutos después del atentado, mientras que su compañera Ana Arostegi recibió tres balas, una en la barbilla, otra en la mano derecha, y finalmente fue rematada en el suelo.

El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, confirmó que esta munición ya ha sido utilizada por ETA en otros atentados.
Al parecer, se trata de la misma marca que utilizó un individuo hace justo una semana en un tiroteo que se produjo en las cercanías de la localidad francesa de Pau, en el que resultó herido un gendarme. Interior atribuye el atentado del viernes al compleo Donosti renovado. La autopsia desvela que Javier Mijangos recibió un único disparo, que le entró por la base de la nuca y quedó alojado en la parte frontal de la cabeza con trayectoria descendente. Los etarras le dispararon por la espalda cuando estaba desprevenido. Ana Aristegi recibió primero un balazo en la barbilla, cuando se giraba tras oír el disparo a su compañero, y un segundo en el dedo pulgar de la mano derecho, en lo que se ha interpretado como un gesto de defensa. Después, los terroristas la remataron en el suelo con un tercer disparo en la cabeza.

La primera ertzaina asesinada por ETA se había reincorporado hace poco tiempo a su trabajo, después de disfrutar de la baja por maternidad. Mientras, el asesinato de dos agentes de la Ertzaintza ha reactivado las críticas sindicales contra el Gobierno vasco. ErNE, el sindicato mayoritario en la policía autónoma vasca, advirtió al Gobierno vasco que «no permitirá más tibieza en las órdenes» y exigió a Vitoria las medidas de seguridad «tantas veces reclamadas». Las secciones en la Ertzaintza de CC OO y UGT propusieron diferentes movilizaciones para conseguir mayor seguridad para los agentes. El SUP denunció que el Ejecutivo central no escucha las sugerencias en materia de seguridad.