José Antonio Tremiño (izquierda) y Francisco Rodríguez posan junto a sus esposas en Tiflis, capital de Georgia.

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MISHA VIGNANSKI-TIFLIS «Alguna vez nos han golpeado, nos han tratado mal, con vejaciones físicas y psíquicas. Nos tenían sin comida, sin agua muchas veces. Nos han pegado, nos han tratado peor que a animales», dijo Tremiño, quien junto su compañero de cautiverio fueron liberados ayer. Tremiño y Rodríguez fueron secuestrados el 30 de noviembre de 2000 en las afueras de Tiflis, cuando se dirigían en coche al aeropuerto de esa ciudad.

«Nos trataron mal. Estábamos en un lugar mugriento, con poca comida y casi sin agua», manifestó Tremiño, quien, al igual que Rodríguez, no tiene la más remota idea de dónde los tenían secuestrados. «No sabemos dónde estábamos. Nos cambiaron de varios lugares y nos tenían enmascarados», explicó Rodríguez, quien indicó que se comunicaban con los captores con unas pocas palabras de ruso.

Según los dos empresarios españoles, los secuestradores hablaban entre ellos en un idioma que no era el ruso, pero ninguno de los dos puede asegurar que la lengua en la que se comunicaban fuese georgiano o chechén. «Algo de ruso sé, pero no podría identificar el georgiano o el chechén», dijo Rodríguez.

Agregó que los secuestradores les cubrían el rostro con máscaras, que les quitaban sólo cuando los encerraban en un sótano. «Mentalmente nos encontramos bien, aunque físicamente estamos muy delgados. No ha habido excesiva comida, no ha habido buen trato, como es lógico, y después de un año y ocho días estamos físicamente deteriorados», señaló Tremiño.