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Un suspenso. Esa es la nota que da el PSOE al Gobierno de José María Aznar durante el año 2001. El portavoz parlamentario, Jesús Caldera, vaticinó una crisis en el «Gobierno de Gescartera». El Gobierno, explicó Caldera, se ha mostrado durante el último año de manera «ineficaz, insensible a los problemas de la gente y con prepotencia». La pérdida de confianza de los ciudadanos en los ministros, según dijo, ha quedado de manifiesto en los últimos sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Esto se debe a que el Gobierno «incumple sus promesas», como hizo con la subida de los impuestos, al aumento de la inseguridad ciudadana y laboral, a la «ineficacia de los servicios públicos», o la alta siniestralidad en las carreteras. Sin embargo, si por algo se ha destacado el Ejecutivo de Aznar, dijo Caldera, es por ser el «Gobierno de Gescartera», un caso que ha demostrado que el PP «es compatible con la corrupción».

Al suspenso del Gobierno contribuyen actuaciones destacadas de algunos ministros, como la titular de Cultura, Pilar del Castillo, y la aprobación de la LOU; del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, por la crisis de las ´vacas locas´; o del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, por la mencionada subida de impuestos. Pero sobre todo se congratuló de las transferencias de la Sanidad a diez comunidades autónomas porque de esta forma Celia Villalobos «no podrá perjudicar más».

En conjunto, calificó la gestión del Gobierno a lo largo del año 2001 de «intolerante», como por ejemplo en su comportamiento en relación con las parejas de hecho, el divorcio o el uso terapéutico de las células madre. «En resumen, Aznar quiso ser el milagro y no ha sido más que el espejismo», dijo, por lo que no sería extraño que el Gobierno sufriera una crisis en próximas fechas, «sería plenamente normal».

El PSOE acusó al Gobierno de alentar subidas injustificadas de precios con motivo de la puesta en circulación del euro y pidió la comparecencia en el Congreso de doce ministros para que expliquen las prioridades de sus departamentos durante la presidencia española de la UE. Caldera destacó que el Grupo Socialista ha propuesto 36 leyes y ha formulado 12.000 preguntas al Ejecutivo.