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«La ley está para ser cumplida», dijo ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, añadiendo que el Gobierno «hará todo lo que tenga que hacer para ello». Eso incluye estudiar todos los instrumentos, «uno por uno», para evitar que Euskadi pague unos 240 millones de euros menos de lo que contemplan los PGE en concepto de cupo, tal y como amenazó el miércoles Ibarretxe. La actitud del lehendakari, dijo, «no ayuda nada a resolver el problema». Josu Jon Imaz, para respaldar la amenaza de su Gobierno, explicó que la Ley del Concierto Económico no está en vigor desde fin de año, puesto que, según dijo, no contempla la posibilidad de una prórroga, al tiempo que aseguró que no existe ningún vacio legal.

Posibilidad que sí aparece en la Ley de Cupo, y en la que se ha basado el Gobierno vasco para calcular la cifra de 151.000 millones de pesetas que está dispuesto a pagar al Estado por este concepto. Aunque el impago del cupo es la principal amenaza del Gobierno vasco, no es el único punto que separa a ambas administraciones, que siguen discutiendo a cuenta de la representación europea de Euskadi en las instituciones europeas. Posada considera que es una pretensión «absolutamente inadmisible», puesto que la representación internacional de España le corresponde al Gobierno según lo estipulado en la Constitución.

Imaz respondió con una sentencia del Constitucional de mayo del 94 que asegura que «la presencia europea no son asuntos exteriores», y con el artículo 146 del Tratado de Maastrich en el que «se incluye una previsión para que los ministros competentes de las regiones europeas puedan tener presencia en los consejos de ministros europeos». Además, Imaz dijo que está dispuesto a enviar al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el vídeo del mensaje navideño del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, en el que reivindicó la presencia de su comunidad en Europa.

Entre los dos extremos, el PSOE aboga por recuperar el diálogo y lamenta las posturas «maximalistas» del Gobierno vasco y el «inmovilismo» del Gobierno Aznar. Imaz también criticó la réplica que ayer hizo Montoro a la respuesta del Gobierno vasco. Tras criticar el «discurso tan anticuado, tan trasnochado, tan centralista» del ministro de Hacienda, le recomendó que «viaje un poco, que salga un poquito, fundamentalmente para que se le pase ese centralismo trasnochado que representa y que está presente en todas sus afirmaciones». La patronal vasca Confebask, en un claro enfrentamiento hacia el Gobierno que preside Ibarretxe, considera que la prorroga del Concierto Económico es legal mientras un tribunal no diga lo contrario.