Finalmente, el Gobierno vasco consiguió que el Parlamento
autonómico aprobase la Ley de Presupuestos Generales. La abstención
de Batasuna en algunas de las votaciones por departamentos así lo
permitieron. Pese a que el presidente de la Cámara, Juan María
Atutxa, dio por aprobada una ley en su conjunto, el lehendakari,
Juan José Ibarretxe, no quedó satisfecho. Por ello, anunció
iniciativas jurídicas de carácter inmediato para «rellenar» los
vacíos que ha dejado en la ley la votación. El portavoz del PNV,
Joseba Egibar propuso la votación separada de las cuentas públicas
por departamentos. Los votos de PNV, EA, e IU-EB, más la abstención
de Batasuna, permitieron que salieran adelante las cuentas de los
departamentos de Vicepresidencia, Educación, Sanidad, Vivienda y
Asuntos Sociales, Justicia y, finalmente, Trabajo y Seguridad
Social.
Sin embargo, «la coalición del no», como ha bautizado el
Gobierno vasco a PP, PSE y Batasuna, votó en contra de las cuentas
para los departamentos de Interior, Hacienda, Industria, Medio
Ambiente o Transportes. Pero el punto que dejó más confusión fue el
rechazo a los artículos 1 y 2 del articulado de la ley, que se
refieren a la aprobación de los presupuestos, se fija el estado de
gastos en la Comunidad Autónoma, e incluye la disposición que
autoriza la publicación de la ley en el Boletín Oficial del País
Vasco (BOPV).
La confusión se apoderó de los parlamentarios. El presidente de
la Cámara intentó zanjar la cuestión asegurando, al final del
pleno, que la ley estaba aprobada. El lehendakari, Juan José
Ibarretxe, dio por aprobados los presupuestos y mandó un mensaje de
«serenidad» a la sociedad vasca porque «el Gobierno vasco va a
solucionar estos vacío para dotar de contenido a esta ley
inconcreta». Estas medidas tendrán que esperar los veinte días que
tardará en aparecer publicada la ley en el BOPV.
PP y PSE no tienen tan claro que la ley esté aprobada. El
presidente del Grupo parlamentario popular, Jaime Mayor Oreja, dijo
que, en realidad, lo que se ha aprobado es «un simulacro de ley»
gracias a una «chapuza reglamentaria». «Un correcto trámite exige
que en el paso inicial se vote la devolución o no de los
presupuestos», dijo, y recordó que faltan las características
propias de unas cuentas públicas, «como son las de ordenar,
gestionar, dirigir y dar certidumbre a la acción de un
Gobierno».
Las medidas anunciadas por el lehendakari, dijo Mayor Oreja, son
«una afrenta». «El Gobierno no debe complementar al Legislativo,
tiene que obedecerle en un marco presupuestario económico
financiero que apruebe el Parlamento», dijo. Además, dijo que el
Ejecutivo vasco no puede decir que apoyará las partidas
presupuestarias que han aprobado gracias a Batasuna y prorrogar el
resto.
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