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OTR/PRESS-VITORIA El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, realizó una dura crítica al sistema educativo vasco. «El asunto de la educación en el País Vasco es una clara demostración de hasta qué extremos puede llevar la perversidad de un nacionalismo excluyente, xenófobo e intransigente». A su juicio, algunos libros de texto «permiten el relevo generacional de ETA». También lanzó un ataque al Gobierno vasco, principalmente por las restricciones que impone a los profesores que no saben euskera para acceder a las oposiciones.

Villar explicó que las generaciones de jóvenes vascos están «educadas en falsas referencias como Euskal Herria, odio a España, nacionalismo sin frenos». Según explicó, esos conceptos son los que «permiten, en una parte importante, el relevo generacional de ETA», porque estos chicos «salen de la educación a la guerra callejera que quema y destruye, y de ésta al coche bomba o el tiro en la nuca». Para el delegado del Gobierno, la edad de muchos de los detenidos confirma esta teoría.

Villar recordó algunas «perlas» que aparecen en algunos libros de texto. Por ejemplo, citó un libro de historia de la editorial Erein, autorizado por el Gobierno vasco en 1998, que define a ETA como «un movimiento vasco de liberación nacional, creado en la resistencia patriótica e independiente de otro partido, organización u organismo». Explicó que no es suficiente actuar contra estas «aberraciones», sino que se debe actuar «con prontitud y sin complejos». «Se empieza falseando la historia, se adoctrina en la mentira y la xenofobia, y cuando queremos actuar en demasiado tarde», explicó.

Pero esta no fue la única crítica de Villar, que denuncio que hay profesores que ven sus derechos «cercenados, limitados y conculcados por los anteriores gobiernos nacionalistas y por el actual». Así, denunció la imposición por parte del Ejecutivo de Vitoria del perfil para los profesores que quieran presentarse a las oposiciones. «Esta restricción, digna de un gobierno fundamentalista, afecta a más de 1.000 profesionales en el País Vasco», dijo, y la calificó de «limpieza ideológica».

La educación en el País Vasco es, para Villar, «una clara demostración de hasta qué extremos puede llegar la perversidad de un nacionalismo excluyente, xenófobo, intransigente», e incluso denunció que «magníficos profesores» hayan sido desposeídos de su plaza en propiedad, «para entrar en un sorteo maldito para conocer en qué escuela podrán vigilar a niños en el comedor». Las críticas de Enrique Villar no han caído en saco roto. La consejera de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno vasco, Anjeles Iztueta, aseguró que el sistema educativo vasco es «referente de calidad». «En este tema, como en todos, lo que debe valer es la opinión de los expertos», dijo para desacreditar al polémico delegado del Gobierno en el País Vasco, recordando que la enseñanza vasca es «modélica y entra de lleno en los cánones de calidad e innovación».