Xabier Arzalluz advirtió que en el proyecto de Ley de Partidos, incluso su formación podría ser ilegalizada.

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La Comisión de Estudios del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó ayer por tres votos a dos el informe que estudiará el Pleno el próximo lunes, que considera positivamente la Ley de Partidos, junto a un segundo texto redactado por los vocales minoritarios en el que exponen sus discrepancias. El informe aprobado, cuyo ponente es Adolfo Prego "del sector mayoritario" considera que la ley es «esencial para la Democracia», comparte el contenido del anteproyecto del Gobierno y sólo propone algunas mejoras técnicas. El texto del Gobierno establece que «será declarado ilegal el partido que vulnere los derechos fundamentales o propicie el odio y la violencia».

El informe respaldado por la mayoría avala que el procedimiento lo puedan instar el Gobierno, el Ministerio Fiscal, 50 diputados o 50 senadores y que la disolución de un partido conlleve la apertura de un proceso de disolución patrimonial e impida el cambio de denominación, de tal forma que una organización ilegalizada no podrá acudir a una convocatoria electoral bajo nuevas siglas. Por su parte, los vocales que representan a la minoría expondrán en otro texto que sea sólo el Ministerio fiscal el que esté legitimado para instar la disolución de un partido político y que la sala de lo Civil del Supremo tenga la competencia para resolverlo, y no la Sala Especial del Alto Tribunal como propone el Gobierno.

Antes, el portavoz socialista Jesús Caldera, había descartado una fractura entre los vocales del CGPJ propuestos por el PP y los avalados por el PSOE y subrayó que hay acuerdo sobre «los principios y objetivos» de la reforma. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, advirtió que la ilegalización de Batasuna será «positiva» si responde a los objetivos que se han fijado los demócratas de «aislar política y socialmente a ETA y a sus cómplices». No obstante, advirtió que será «negativa» si «se convierte en un arma arrojadiza que unos partidos utilizan contra otros, especialmente en periodos electorales».

Sobre este asunto, el presidente del Gobierno, José María Aznar, insistió en que su firma será la primera que encabece el escrito en el que se inste a la ilegalización de Batasuna, y mostró el deseo de que «todos asuman la responsabilidad que tienen porque hablamos de defender la democracia». Javier Arenas reiteró que el PP cumplirá el consenso alcanzado con los socialistas respecto a esta reforma legislativa y agregó que el PSOE será quien tenga que resolver sus «contradicciones» y decidir si se «retira del acuerdo». El alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, indicó que no le gustaría la ilegalización de Batasuna. «Hay que evitar "dijo" que una fuerza política utilice la democracia para justificar acciones de violencia», y añadió que para ello «está el Código Penal con instrumentos suficientes».

El PNV recurrirá a los tribunales europeos si se ilegaliza Batasuna
El PNV considera que el proyecto de reforma de la Ley de Partidos propuesto por el Gobierno es peligroso para la democracia. El presidente de los nacionalistas, Xabier Arzalluz, advirtió ayer que de llegarse a consumar la ilegalización de Batasuna su partido recurriría a los tribunales europeos además de presentar una enmienda a la totalidad de la Ley en el Congreso. El líder de los nacionalistas está de acuerdo con el presidente del Gobierno sobre que «la democracia tiene derecho a defenderse de quienes quieren acabar con ella», pero cree que la medida propuesta por el PP llega «hasta el punto de destruir la propia democracia». Así, señaló que hay otros partidos considerados más radicales que el PNV, «como BNG o ERC o partidos que hay legalmente constituidos en Valencia o en sitios diferentes, que, por sus formulaciones o comportamientos, si molestan, pueden crear alarma social» y ser ilegalizados. «Eso es lo grave», aseguró.