Miembros de las fuerzas de seguridad trasladan parte de la documentación incautada.

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Policía y Guardia Civil han desarticulado en el barrio madrileño de Vallecas al nuevo «comando Madrid» de ETA, listo para atentar de forma inminente, probablemente durante la cumbre UE-Latinoamérica, y que contaba con un coche-bomba y una bomba-lapa ya preparados y abundante material para perpetrar más acciones. Con la detención de los «liberados» "a sueldo de ETA" Imanol Miner Villanueva y Mikel San Argimiro Isasa, las fuerzas de seguridad dan por desmantelado este comando, que pudo formarse tras la desarticulación del anterior, en noviembre de 2001, por lo que no se descarta su participación en los dos coches-bomba colocados en las últimas semanas.

Las fuerzas de seguridad han frustrado un atentado propagandístico, en palabras del ministro Rajoy, quien apuntó la posibilidad de que el coche-bomba podría haber sido colocado durante la cumbre, que comienza el viernes. Al menos un etarra más, Balbino Sáez Olarra, quien huyó en esta operación, podría formar parte del comando, que ya contaba con un coche-bomba al que habían colocado una olla con 40 kilos de titadine y con una bomba-lapa, preparados para atentar. Además, los detenidos iban armados con dos pistolas y contaban también con un piso franco, en pleno centro de Madrid, en el que ocultaban 90 kilos de explosivos, material para fabricar bombas, un subfusil, una olla, una fiambrera y seis cajas con documentación.

El robo el jueves de un Renault Clío en el intercambiador de transportes del barrio madrileño de Aluche fue la pista que llevó a la localización de los activistas. Durante cinco días, las fuerzas de seguridad rastrearon Madrid y otros puntos de España para localizar ese vehículo, ya que una grabación en poder de la Policía reflejaba cómo unos individuos colocaban en ese coche una matrícula falsa, con número M-6828-PJ, en lugar de la original, que era M-3693-SC, además de unas pegatinas de la bandera de España. Ante la sospecha de que el coche podría ser utilizado por los terroristas, la Policía alertó a todas las unidades y fuerzas de seguridad y, finalmente, el coche fue localizado en Vallecas. Los agentes esperaron la llegada de los dos terroristas y cuando se disponían a introducirse en el vehículo, fueron arrestados.

Un tercer miembro del comando, que al parecer no se encontraba con sus compañeros, huyó en un Renault 19, donde se encontraron matrículas falsas y que el etarra abandonó muy cerca del lugar donde las fuerzas de seguridad hallaron otro coche cargado con los 40 kilos de titadine. La bomba pudo ser desactivada por los TEDAX sin necesidad de explosionar el coche. Fuentes de la investigación indicaron que el jefe del grupo era Imanol Miner, un ex miembro del «comando Gaua» de ETA, quien fue identificado por la Ertzaintza tras los asesinatos en noviembre pasado de dos agentes de este cuerpo. Las mismas fuentes precisaron que ETA recurrió a Miner Villanueva para dirigir el «comando Madrid», dada su experiencia. Miner cuenta con un amplio historial delictivo y las fuerzas de seguridad le atribuyen otros cuatro asesinatos, además del de los dos ertzainas. Así, se le imputa la muerte del cocinero de la Comandancia de San Sebastián, de dos trabajadores de la empresa «Electra», y el asesinato del ertzaina Iñaki Totorika.