El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo
ayer que «hay razones para una protesta seria» de los sindicatos
porque la reforma de las prestaciones por desempleo es «muy injusta
e innecesaria», y opinó que el Gobierno debería «cambiar su
discurso» ante la huelga general. Zapatero indicó que el día de la
huelga va a estar, según su obligación como dirigente político,
«garantizando y exigiendo al Gobierno que respete el derecho de
huelga a aquellos que la quieren hacer y garantice el derecho de ir
al trabajo a aquellos que no quieran hacerla».
El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, acusó a
Zapatero de caer en la «mentira», la «irresponsabilidad» y la
«demagogia». Cabanillas aseguró que Zapatero «miente» porque, en
contra de lo dicho por el líder socialista, a los mayores de 52
años no se les quita ningún subsidio, sino que «precisamente podrán
contabilizar una parte del mismo con un empleo, habiendo además
bonificaciones del 50 por ciento en su contratación». En segundo
lugar, criticó también la «irresponsabilidad» del líder socialista
por decir que se es «más español» cuando se ejercen derechos como
la huelga.
El secretario general de Empleo, Juan Chozas, afirmó por su
parte que el año pasado hubo aproximadamente 400.000 desempleados
que rechazaron ofertas de empleo del Inem, aunque tras esas
acciones, precisó, «se esconden un sinnúmero de causas». Estos
rechazos no fueron siempre «injustificados o debidos a una
actuación negligente», dijo, razón por la que los servicios
públicos de Empleo no impusieron sanciones en todos los casos.
Chozas recordó también que, durante el pasado año, el Inem retiró a
124.000 parados su prestación de desempleo aunque, matizó, no
siempre fue por rechazar un puesto de trabajo.
Tanto UGT como Comisiones consideraron que los desempleados que
se negaron a aceptar las ofertas de trabajo estaban en su derecho
de hacerlo. Mientras, CiU ya ha anunciado que no apoyará en el
Congreso la convalidación del decreto-ley de reforma del desempleo,
sino que se abstendrán, y quieren que en la tramitación
parlamentaria posterior se introduzcan una serie de cambios en el
texto y que se habiliten más medios y recursos para gestionar las
medidas. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, advirtió de
que la tramitación de la norma en el Parlamento como proyecto de
ley puede ser «inquietante» porque «no está escrito» que ese
proceso sirva para introducir mejoras, sino que incluso puede
empeorar.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.