España finalizó ayer su tercera presidencia semestral de la Unión
Europea, que ha estado guiada por la ambición de crear «más
Europa», y pasa el testigo a Dinamarca, cuya gran prioridad será
culminar la ampliación de la UE al Este.
El último acto institucional del semestre español lo
protagonizará el presidente del Gobierno, José María Aznar, mañana
en Estrasburgo (Francia), donde comparecerá ante el pleno del
Parlamento Europeo para explicar los resultados de la cumbre de
Sevilla y hacer balance de su presidencia comunitaria.
El Gobierno español se había fijado seis objetivos principales
en los que hacer realidad su lema «Más Europa» y en los seis se han
dado pasos adelante, según aseguró la pasada semana el ministro de
Asuntos Exteriores, Josep Piqué.
Los resultados, dijo el ministro español, son más que
satisfactorios «y no porque lo digamos nosotros, que sería normal,
sino porque hay una clara unanimidad, un claro consenso en la
Comisión Europea, en la secretaría general del Consejo y entre las
demás delegaciones».
Dinamarca asume hoy la presidencia comunitaria consciente de la
responsabilidad que supondrá dirigir la UE en un semestre decisivo
para la ampliación, pero también con expectación y aires de fiesta.
Los Jardines Tívoli de Copenhague, uno de los parques de
atracciones más famosos del mundo, fueron escenario del pistoletazo
de salida, que se dio anoche en una gala.
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