Reunión de los partidos vascos para decidir si se celebrará un pleno monográfico sobre el autogobierno.

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EUROPA PRESS-VITORIA El Gobierno vasco aprobó su dictamen sobre autogobierno en el Parlamento autonómico con los votos a favor de los tres partidos que lo conforman (PNV, EA e IU-EB) y gracias a que Batasuna, no sin suspense, decidió abstenerse. Lo más significativo de la ponencia es que el Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe, por medio de la Cámara, ha lanzado un ultimátum al Gobierno central: o cumple el Estatuto de Gernika en dos meses o la Cámara autonómica pedirá que el Ejecutivo vasco asuma unilateralmente las competencias que solicita. Los nacionalistas también abogan por un nuevo texto que supere el Estatuto.

Según el texto aprobado, el Gobierno central debe, «con carácter urgente y en un plazo no superior a dos meses, definir un proyecto operativo y calendario de cumplimiento y desarrollo completo del Estatuto de Autonomía de Gernika, de acuerdo con el respeto a los hechos diferencias les que definen la autonomía vasca y al principio de subsidiariedad».

En caso de no cumplir el ultimátum, el Parlamento vasco instará al Gobierno de Ibarretxe a asumir unilateralmente las competencias que solicita. El Ejecutivo autonómico reclama 37 transferencias, entre las que se encuentra el control de las instituciones penitenciarias del País Vasco, y de las que el central sólo reconoce siete. Las reuniones mantenidas hasta ahora no han deparado ni siquiera un acercamiento de posturas.

La ponencia añade que en el incumplimiento del Estatuto tiene una gran «responsabilidad política» el Gobierno español, «por haber propiciado unilateralmente el bloqueo del proceso transferencial articulado para el cumplimiento del mismo».

En el texto se insta al Parlamento de Vitoria a que reconozca «la existencia del Pueblo Vasco o Euskal Herria». El dictamen también propone reformar el marco jurídico y la búsqueda de uno nuevo que supere el Estatuto de Gernika. Por ello, el texto aboga por un pacto político con el Estado español «que garantice la presencia de Euskadi en Europa y en el mundo». Los tres partidos que forman el Gobierno vasco consideran que el proceso autonómico está «agotado y bloqueado» y que el incumplimiento del Estatuto ha tenido consecuencias «en importantes sectores de la sociedad vasca».