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OTR PRESS-SANTANDER El director general de la Vivienda del Ministerio de Fomento, Fernando Nasarre, aseguró ayer que el precio de la vivienda en España ha tocado techo en los primeros meses de 2002, lo que provocará aumentos «más moderados» de precio en lo que queda de año. «Parece que el incremento de los precios ha tenido ya su punta y que estamos ya en un proceso de crecimiento, sí, pero más moderado y más sostenible. Según los indicios, eso es lo que va a darse este año», indicó Nasarre, antes de clausurar un curso sobre urbanismo y vivienda en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Conforme a la estadística que elabora el Ministerio de Fomento con los datos proporcionados por las sociedades de tasación, el año pasado la vivienda subió en España un promedio del 15'4 por ciento. El director general de Vivienda recordó que diferentes casas de análisis, entre ellas el servicio de estudios del BBVA, pronostican que la subida de los precios este año se situará en niveles inferiores a esa tasa, en el entorno del seis al ocho por ciento.

A los pronósticos de los analistas, Fernando Nasarre añadió su convencimiento de que el 2000 y 2001 han sido «años excepcionales» para el mercado inmobiliario, en cuanto «al crecimiento de la demanda interna y de la demanda externa, a la influencia de la moneda única y al inicio de nuevas viviendas, porque, de hecho, se superó por primera vez la cifra de 500.000 viviendas». «Parece que esas cifras son excepcionales y que el sector estaría a gusto construyendo unas 400.000 viviendas anuales. Eso hará que las tensiones que se han producido en años anteriores no se repitan y que la vivienda tenga incrementos de precios moderados», razonó.

El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España, Manuel Martí, complementó las explicaciones del director general con dos factores que, en su opinión, «están distorsionando» el mercado: la gran demanda de vivienda en España por parte de compradores extranjeros y la crisis en las Bolsas. En la actualidad, según Fomento, la compra de una vivienda supone para una familia española con un sueldo medio dedicar el 34 por ciento de sus ingresos anuales a este fin.