El Grupo Popular y el Socialista comenzaron ayer a elaborar el
texto que tienen previsto presentar mañana para solicitar la
reunión de la Diputación Permanente del Congreso con que se pondrá
en marcha el proceso de ilegalización de Batasuna, que según
cálculos del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy,
podría estar resuelto antes de fin de año. Rajoy señaló que el PNV
tiene «una magnífica oportunidad para transmitir un mensaje claro a
la sociedad» y precisó que «el PNV puede estar de acuerdo con los
fines políticos de Batasuna, pero nunca ha estado de acuerdo con la
actuación armada de ETA».
Respecto a CiU, Rajoy manifestó que le gustaría que esta
coalición apoyase al Gobierno en este asunto, pero «la decisión es
de ellos». El PP lanzó un mensaje muy claro a IU y CiU: no votar
favor de la ilegalización de Batasuna en el pleno extraordinario
que se celebrará en el Congreso de los Diputados el próximo día 26
sería «un acto de cobardía». Sin embargo, el mensaje no ha calado
en ninguna de las dos formaciones políticas. IU anunció que se
abstendrá, mientras que CiU aseguró que no aceptará presiones
«vengan de quien vengan». «Queremos que todos los partidos apoyen
la medida porque la sociedad entera así lo demanda», dijo en rueda
de prensa la coordinadora popular de Participación y Acción
Sectorial, Ana Mato. «Abstenerse es un gesto de cobardía», aseguró,
en un mensaje directo a CiU e IU, «abstenerse para mí no significa
nada, sino no atreverse a dar un paso y ser cobarde».
La respuesta del 'conseller en cap', Artur Mas, fue contundente:
«Se nos puede recomendar lo que se quiera, pero nosotros de presión
no aceptamos ni una, venga de quien venga, del PNV, del PSOE, del
PP, del Gobierno o de quien sea», dijo. Mas aseguró que el voto de
CiU todavía no está decidido, ni tan siquiera qué órgano de
dirección de la federación nacionalista lo decidirá. El portavoz de
CiU en el Congreso, Xavier Trias, considera «lamentable» que desde
el PP se les acuse de «cobardía», e insistió en que la federación
no se dejará «presionar por nadie» a la hora de posicionarse.
Tampoco caló el mensaje del PP en IU. Su postura será la
anunciada y la formación de izquierdas se abstendrá en la votación
parlamentaria. Gaspar Llamazares se mostró convencido de que el
Gobierno busca una «confrontación» entre partidos nacionalistas y
no nacionalistas. «El PP se ha precipitado», sentenció. El PSOE,
por su parte, niega haber realizado presiones, pero sí quiere que
todos los partidos se sumen al proceso de ilegalización de
Batasuna. «No pretendemos presionar a nadie, nunca lo haríamos,
sólo queremos mantener diálogo y consenso en un tema como éste»,
dijo al respecto su secretaria de Relaciones Internacionales,
Trinidad Jiménez.
Al PSOE no le ha gustado que el ministro de Administraciones
Públicas, Javier Arenas, mezcle la ilegalización de Batasuna con el
traspaso de competencias en la carta que ha dirigido al
lehendakari, Ibarretxe. Mientras, y Ajeno a la voluntad del
Gobierno, el portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti,
confirmó que el voto de su partido será contrario a la
ilegalización de Batasuna. «La única ilegal es ETA», dijo.
Anasagasti declaró que «el Código Penal no dice que por no condenar
un delito tan grave como es la muerte se pueda ilegalizar un
partido». El portavoz nacionalista se mostró partidario de que
«caiga todo el código penal sobre los autores del atentado», pero
añadió que «la solución no es ilegalización» de Batasuna.
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