El presidente del Gobierno, José María Aznar, defendió ayer el
déficit cero como trampolín para el crecimiento económico de
España, y para mantener ese objetivo dio especial protagonismo a
Catalunya, que dijo que no puede caer en la «resignación» ni el
«agravio» y debe ser motor de modernidad y un «núcleo de
referencia» para España y Europa. Aznar hizo estas consideraciones
en su intervención en un almuerzo organizado en Barcelona por el
Foro de la Nueva Economía y con el que completó su agenda de dos
días en Cataluña durante los que ha visitado varias obras de
infraestructuras.
El jefe del Ejecutivo apeló a la necesidad de que España y
Catalunya generen confianza a consecuencia de políticas que dan
buenos resultados. «Es el momento de apostar por una Catalunya más
abierta y dinámica», añadió Aznar, quien dijo que esta comunidad no
puede tener un papel de resignación ni de agravio porque «no hay
razón para ello». En ese contexto advirtió de los perjuicios que
tendría empeñarse en mantener indefinidamente abierto «un debate
sobre el modelo institucional de cuyas ventajas todos se
benefician», por lo que instó a no poner en riesgo con
«ocurrencias» el éxito histórico de la Transición.
Añadió que espera que en la España plural de hoy haya una
Catalunya «que se involucre en la responsabilidad de todos sin
ponerse límites y sin restarse centralidad». El acto central del
presidente Aznar ayer en Barcelona fue la colocación de la primera
piedra de la tercera pista del aeropuerto de El Prat. Por otra
parte, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida,
aseguró ayer que la «piel de cordero» que presenta en estos
momentos el presidente Aznar se debe a que tiene «demasiados
frentes abiertos».
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