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OTR PRESS-PAMPLONA Dos de las cinco granadas preparadas presuntamente por la banda terrorista ETA para atentar contra la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad navarra de Urdax impactaron contra la fachada del edificio, a primera hora de ayer. Se trata del segundo ataque que sufre el cuartel, después de que la banda lanzara otros cinco artefactos el 27 de enero de 1996, desde la misma ubicación.

Los terroristas colocaron cinco tubos lanzagranadas unidos con un temporizador en un monte cercano apuntando hacia el cuartel, según informó la Delegación del Gobierno en Navarra. Por suerte, sólo dos de los cinco proyectiles impactaron, hacia las 7.00 horas de la mañana, contra la casa cuartel, sin causar heridos, ya que las habitaciones contra las que fueron lanzadas estaban desocupadas.

En otro orden de cosas, y tras el rechazo de la patronal vasca, Confebask, a la propuesta del lehendakari vasco de consensuar un nuevo pacto de libre asociación con el Estado, un grupo de unos 300 empresarios vascos está elaborando un manifiesto en favor de la propuesta de Ibarretxe, que presentará la próxima semana. Pero el Gobierno vasco y el PSE ven de forma diferente la postura de los empresarios ante el plan del lehendakari. Los nacionalistas ven división entre el empresariado, mientras que los socialistas creen que no la hay y acusan al Gobierno vasco de utilizar este argumento para confundir a la sociedad.