TW
0
EFE-RFA El euro alcanzó ayer la paridad con el dólar en el mercado de divisas de Frankfurt, por primera vez desde el pasado julio, impulsado por los signos de desaceleración de la economía y la subida del desempleo de EEUU. A media tarde, la moneda única se colocó en los 1'003 dólares, un nivel que no lograba desde el pasado 26 de julio, tras publicarse las cifras de desempleo en EEUU, que en octubre crecieron hasta el 5'7 por ciento, una décima más que en septiembre.

Poco después de divulgarse estos datos, hacia las 15.15 horas GMT, el euro descendía por debajo de la barrera mágica de la paridad, para oscilar en torno a los 0'9989 dólares. Los operadores de los mercados de divisas también atribuyeron la subida del euro al diferencial de los tipos de interés entre el 1'75 por ciento de EEUU y el 3'25 por ciento en la zona euro. Los mercados financieros ya dan por hecho que la Reserva Federal norteamericana recortará de nuevo las tasas, que ya están en niveles mínimos desde hace 41 años, en su reunión del miércoles próximo, posiblemente, en un cuarto de punto.

Entretanto, se han enfriado las perspectivas de que el Banco Central Europeo (BCE) haga lo mismo en su próxima reunión del 7 de noviembre, pese al muy modesto ritmo de crecimiento en Europa, que haría deseable una bajada, sobre todo en economías tan importantes como la alemana, que sólo prevé un crecimiento del 0'4 por ciento para el conjunto de 2002.

Mientras el objetivo de la paridad euro-dólar era esperado con ansia hace tan sólo unos meses para amplios sectores industriales europeos, la desaceleración económica en el viejo continente puede empeorar con una apreciación del euro al encarecerse las exportaciones europeas, señalaron fuentes financieras. Por otra parte, un divisa comunitaria fuerte ayudará a contener la inflación, que en septiembre se colocó en una media el 2'1 por ciento en la eurozona, aún por encima del tope del 2 por ciento establecido por el BCE.