La Audiencia Nacional ha condenado a 8 años de cárcel a los
integrantes del «comando Sugoi» de ETA Aitor Olaizola y Eider Pérez
por el transporte de un coche-bomba que iban a entregar a otros dos
etarras en Valencia para colocarlo en el ferry de Trasmediterránea
que une la ciudad del Turia con Palma, aunque finalmente tuvieron
que abandonarlo en Huesca, a causa de una avería.
La Audiencia Nacional condena además a ambos terroristas al pago
de una indemnización total de 30.374 euros por los daños causados
en viviendas y locales situados en las inmediaciones del lugar
donde la Guardia Civil procedió a la explosión del vehículo, así
como al propietario del coche, que había sido robado, y por los
servicios prestados por distintos operarios para controlar el fuego
que provocó la explosión.
La sentencia considera probado que Olaizola y Pérez integraban
el «comando Sugoi», «dedicado fundamentalmente a labores de
traslado de material explosivo y de favorecimiento de actuaciones
terroristas por parte de otros comandos». De este modo, y siguiendo
las órdenes de los responsables de ETA José Antonio Olarra Guridi,
Ainhoa Múgica Goñi «y un tercero no identificado», los dos etarras
se trasladaron a Francia para recoger un Renault 19 cargado con 100
kilos de explosivos que debían entregar en Betera, localidad
cercana a Valencia, a los integrantes del «comando Andalucía» Jon
Igor Solana y Harriet Iragi, quienes se habían desplazado a la zona
del Levante para cometer el atentado en el ferry de
Trasmediterránea.
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