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Cuando sólo faltan cuatro meses para que el Ejército del Aire español reciba la primera unidad de sus 87 cazas EF-2000 Eurofighter, ayer mismo un prototipo de este avión de combate europeo se estrelló contra el suelo del paraje toledano de Belvis de la Jara después de registrar en el aire una parada simultánea de motores que no pudo ser resuelta por los dos comandantes que lo pilotaban. Mientras la nave volaba a 45.000 pies de altura en una operación de prueba, los motores se pararon sin que fuera posible su reencendido, por lo que los pilotos hicieron uso del sistema de eyección y saltaron en paracaídas, cayendo en la zona de Anchuras (Ciudad Real) resultando ilesos.

La Guardia Civil localizó los restos del avión, valorado en 72 millones de euros, en un paraje situado en la cara norte de la sierra de Altamira, cercano al límite provincial con Cáceres. El Ministerio de Defensa ha informado de la identidad de los dos pilotos, el coronel Cuadrado y el comandante Lombo, que tras ser encontrados ilesos han sido trasladados a Madrid. El avión cayó sin, al parecer, provocar explosión alguna, según el testimonio de los vecinos del pueblo, que aseguran no haber oído nada.

El accidente ocurre a tan sólo unos meses de que España reciba el primero de uno de estos Eurofighters para su Ejército y cuya entrega está prevista para marzo. El avión formará parte de un pedido total de 87 cazas, de los que se recibirán cuatro en 2003, cinco en 2004, siete en 2005 y, a partir de ese momento, siete unidades por año. La entrega de estos aviones estaba prevista para septiembre de este año, algo que no fue posible debido a retrasos en el programa de ensayo de vuelos. La demora de la entrega ha provocado que el Ejército del Aire no tenga que afrontar en 2003 un pago de 296'1 millones de euros, 69 millones más de la inversión que está prevista en la Ley de Presupuestos para 2003 cerrada en 226'9 millones.