Arenas, Rajoy y Matas presidieron la reunión con los representantes autonómicos.

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El Gobierno y todas las CCAA coincidieron ayer en que no escatimarán esfuerzos para colaborar en la reparación de los daños causados por el vertido del petrolero Prestige y acordaron estudiar diversas medidas como la colaboración en la limpieza de playas y la creación de un fondo de solidaridad alimentado por todas las autonomías. Esas son las principales conclusiones de la reunión mantenida ayer en La Moncloa por representantes de los gobiernos regionales con el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Administraciones Públicas y Medio Ambiente, Javier Arenas y Jaume Matas, para coordinar sus esfuerzos ante la tragedia causada por los miles de toneladas de fuel vertidas al mar.

El Gobierno hizo a las comunidades dos peticiones concretas: la firma de convenios para organizar la ayuda de los voluntarios y para la limpieza de playas afectadas por el vertido y la reprogramación los fondos IFOC, relativos a la pesca, de forma que el excedente del que se dispone, de más de 45 millones de euros, se destine a esta catástrofe, según explicó Arenas.

Por su parte, las CCAA presididas por socialistas aportaron dos iniciativas más: que el Parlamento apruebe un crédito extraordinario para crear un fondo de contingencia ampliable y que valoraron en una primera aproximación en unos «150.000 millones de pesetas» y la creación de un fondo de solidaridad con aportaciones de todas las autonomías.

En la reunión, el ministro Matas ofreció un plan de actuación a las autonomías, que fue aceptado. En concreto el plan establece que se crearán grupos de 200 personas (con capataz, delegado de zona, equipos de protección y un coordinador para alojamiento, manutención, etc.). Las autonomías deben responder ahora si crear un grupo o más para luego asignarles las zonas de actuación en la playa.