Los presuntos jefes de los comandos de ETA, Ibón Fernández de Iradi
y Ainhoa García Montero, fueron detenidos ayer cerca de Bayona
(Francia), tres meses después de que fueran arrestados también en
el país galo sus antecesores en la dirección militar de ETA. Horas
después eran detenidos otros siete etarras, cinco de ellos
«fuertemente armados».
Los dos integrantes del «comando Buruntza», Fernández de Iradi,
considerado número uno de ETA, y García Montero fueron detenidos en
la localidad de Urt, cuando circulaban con un vehículo con
matrículas falsas por un camino rural. Fernández de Iradi, alias
«Susper», participó presuntamente en la ejecución o preparación de
18 atentados, entre ellos los asesinatos del político Juan María
Jáuregui, el empresario José María Korta, el ertzaina Mikel Uribe y
el directivo del Diario Vasco Santiago Oleaga.
Según Interior, se le atribuye el haber proporcionado
información sobre el Museo Chillida Leku, en el que se colocaron
granadas, e igualmente informaciones a la banda sobre concejales
del PP y del PSOE en distintas localidades. En su historial
policial, figura también que en agosto de 2000 ordenó al «comando
Buruntza», la colocación de explosivos en los camiones de varias
empresas.
También se le achaca, junto a García Montero, labores de
captación e, incluso, la impartición de cursillos sobre manejo de
armas y manipulación de explosivos. Asimismo, participó
supuestamente, junto a García Montero, en la colocación de un
artefacto en el cementerio del barrio Salvide en Zarautz
(Guipúzcoa) el 9 de enero de 2001.
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