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OTR/PRESS-SANTIAGO
Ni la catástrofe del 'Prestige' ni las presiones políticas
derivadas de ella han provocado, en ningún momento, que el
presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, se haya planteado
dimitir, y no lo ha hecho porque considera que «no hay para él una
sustitución fácil». Eso sí, el popular estaría dispuesto a hacerlo
si en cualquier momento eso sirviera a Galicia. «Si yo pensara que
Touriño o Beiras lo van a hacer mejor que yo, por supuesto que
dimitiría con mucho gusto, pero como estoy convencido exactamente
de lo contrario, y creo que es lo que piensan también los gallegos,
o lo que han pensado hasta ahora por lo menos, no me he planteado
ese problema», explicó ayer el líder gallego.
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