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Llamamiento masivo a la participación de ciudadanos a las movilizaciones que con el lema «No a la guerra» se celebrarán el próximo sábado en Madrid y en otras 56 ciudades españolas. Hoy, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y los de UGT y CC OO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, junto al coordinador de IU, Gaspar Llamazares, y los máximos responsables de diversas ONGs, han llamado a la ciudadanía española para que se manifieste contra una guerra en Irak promovida por los Estados Unidos.

Rodríguez Zapatero, por su parte, afirmó que «parar la guerra aún es posible», por lo que pidió a los ciudadanos que, en un acto de responsabilidad, salgan a las calles para movilizarse contra el conflicto el próximo sábado.

La intención es que con dichas movilizaciones, auspiciadas por unas 200 organizaciones o colectivos sociales, se «pare una guerra indeseable e injusta que lo único que persigue es cambiar sangre por petróleo, y que, entre otras consecuencias, podría producir un incremento del terrorismo internacional», en palabras de Cándido Méndez.

Todos, en rueda de prensa en la sede confederal de UGT, se unieron hoy para presentar el manifiesto pactado por dichas organizaciones de cara a las concentraciones contra la guerra de Irak. Méndez indicó que el presidente Aznar debería aprovechar la próxima reunion del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para «rectificar, como hizo con el decretazo», y no apoyar un conflicto que produciría, a su juicio, un «desastre humanitario, económico y social».

Aconsejó a los ministros que «miren a los ciudadanos» y dejen de comparar el caso actual con la guerra del Golfo de 1991. «Hay una radical diferencia entre ambos casos, porque en 1991 se produjo la invasión de un país como Kuwait y ahora se quiere una guerra por si acaso», explicó, considerando una paradoja que «se pretenda acabar con armas de destrucción masiva con la destrucción masiva de personas».

En el Manifiesto presentado, los organizadores instan a las autoridades a la no implicación de España en el conflicto bélico, mucho menos si es comprometiendo recursos humanos y materiales. Afirman que Naciones Unidas no debe ser sólo la encargada de decidir el uso legal de la fuerza, sino que ante todo «debe ser garante de la paz».