El Parlamento catalán rechazó ayer por unanimidad el uso de la fuerza al margen de la ONU.

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La Junta de Portavoces del Congreso ratificó ayer que el presidente del Gobierno, José María Aznar, comparecerá el martes ante el Pleno de la Cámara Baja para informar de la crisis de Irak y de las reuniones que sobre este asunto celebra hoy el Consejo de Seguridad de la ONU y el lunes el consejo de ministros de Exteriores de la UE. La comparecencia será según el formato de «sesión informativa», es decir, sin comunicación previa del Gobierno, turno de réplica a la oposición, ni votación posterior de resoluciones como pretendía toda la oposición.

El Ejecutivo no ve necesario este tipo de formato y se inclina por el de «sesión informativa». De hecho, el PP ya lo ha rechazado dos veces y ésta es la tercera. La comparecencia de Aznar será la segunda después de que la semana pasada debatiese en la Cámara sobre la crisis de Irak.

El Gobierno pidió ayer la comparecencia del presidente después de que todos los grupos parlamentarios de la oposición reclamaran la celebración de un debate monográfico con la presencia de Aznar. La Junta de Portavoces ha aceptado la petición, pero ha impedido que el debate se produzca después de la presentación de una comunicación previa del Gobierno y con la posibilidad de turno de réplica y aprobación final de resoluciones, tal y como exigía la oposición al completo.

El portavoz el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, acusaron al Gobierno de «imponer» el formato de la comparecencia sobre Irak de Aznar para convertirla en un «monólogo» similar al que tuvo lugar la pasada semana, también en el Pleno.