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La disposición del Gobierno a colaborar con Estados Unidos en la redacción y búsqueda de apoyos a una nueva resolución de la ONU ha desatado las críticas de la oposición y provocado una «profunda distancia» con CiU, quien considera que se trata de una apuesta por la guerra y critica que el Ejecutivo no informe antes al Parlamento. CiU, único partido que votó con el PP la resolución sobre Irak de la pasada semana en el Congreso de los Diputados, anunció ayer sentir «la más profunda distancia» de los populares por su «descarada posición a favor de una guerra».

La reunión de la ejecutiva de CiU concluyó que tras su visita a Bush, «Aznar ha vuelto a romper la unidad» de Europa, al establecer unas negociaciones que ve «más propias de un presidente de la UE que del presidente español». «Mientras nosotros seguimos en contra de la guerra, Aznar lo hace descaradamente a su favor al margen de la ONU y al lado de los EEUU», señaló el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien consideró «vergonzoso» que Aznar dé más información a Bush que al Congreso. También los socialistas criticaron que Aznar haya «engañado» al Parlamento y a los ciudadanos la pasada semana al «no decir lo que luego dijo a Bush» y fingir que «su discurso era de paz».