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El PP seguiría siendo el partido más votado de celebrarse ahora las elecciones generales con una estimación de voto del 39,8 por ciento, si bien su ventaja respecto al PSOE, que obtendría un 37,3 por ciento, ha disminuido hasta situarse a 2,5 puntos. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández, presentó ayer en el Congreso estos datos, correspondientes al barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de enero, que reflejan que los socialistas han recortado en el último año 7,2 puntos su distancia con el PP, 1,7 puntos desde el anterior barómetro de octubre.

«Con datos así, las elecciones se pueden afrontar con mayor serenidad que la que tienen otros partidos, que están muy nerviosos; podemos estar razonablemente tranquilos, a pesar de la que está cayendo», señaló el secretario de Estado, que recordó que cuando se llevó a cabo la encuesta la crisis de Irak ya ocupaba las portadas de los periódicos.

Según explicó Jorge Fernández, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue siendo el líder político mejor valorado, con un 5,17 (5,26 en el último barómetro de hace tres meses), seguido del presidente del Gobierno, José María Aznar, quien obtiene una nota media de 4,61 (4,75 en octubre). El recorte de la diferencia entre PP y PSOE responde, según el CIS, a una caída en la estimación de voto del PP, que pasa de 41,5 por ciento en octubre al 39,8 por ciento actual, mientras que el PSOE se mantiene en el mismo porcentaje del 37,3. En cuanto a la intención directa de voto, son los socialistas quienes obtienen la victoria, con un 24,4 por ciento, mientras que el PP se sitúa detrás con un 23,2.

De acuerdo con el estudio, Izquierda Unida sería la tercera fuerza política del país, con una estimación de voto del 5,5 por ciento (4,6 por ciento en octubre), seguida de CiU, 3,7 por ciento, (igual que en el anterior); PNV, 1,5 por ciento (1,4 por ciento en el último barómetro) y BNG que, con un 1,4 por ciento, sube dos décimas respecto a octubre. El paro y el terrorismo siguen siendo los dos principales problemas para los españoles, citados por el 62,3 y el 51,6 por ciento de los encuestados, respectivamente, mientras que a continuación se sitúan la inseguridad ciudadana y la inmigración.