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Bagdad es una ciudad vulnerable y vive una normalidad aparente, un bombardeo arrasaría la ciudad y se produciría un genocidio; la opinión pública iraquí coincide en que es una guerra injusta, la población confía en Occidente para evitar la guerra.

Éstas son algunas de las conclusiones expuestas ayer por el senador autonómico Manuel Cámara a su regreso a Palma, después de haber permanecido cinco días en Bagdad como miembro de una delegación de Esquerra Unida que viajó con miembros del Comité de Solidaridad con la Causa Àrabe.

Cámara mantuvo encuentros con la población civil y con mandatarios iraquíes como el ministro de Asuntos Exteriores, a quien propuso la democratización de Irak. «La gente sabe que la guerra se va a producir, está informada, pero no se ve ninguna actividad militar en Bagdad. Si Husein se tiene que ir, que se vaya, pero no quiero una falsa justificación para destruir un pueblo que está cumpliendo ahora con lo que mandan las Naciones Unidas», afirmó Cámara.