Fotografía aérea del Justus Lipsius, sede del Consejo de Ministros de la UE.

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EUROPA PRESS-BRUSELAS
Las principales potencias europeas, entre ellas España, han sufrido la interceptación de sus comunicaciones telefónicas en la sede de Bruselas del Consejo de ministros de la UE, sin que se sepa hasta ahora por orden de quién, según confirmó ayer el ministro de Exteriores griego, que ostenta la presidencia semestral, Yorgos Papandreu.

Interrogado por la prensa tras presidir ayer en el edificio una reunión de los Quince, el ministro Papandreu mostró su perplejidad por el asunto, que dijo haber conocido «esta mañana», por ayer.

España, Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido y Austria son los países que, según estas fuentes, fueron advertidos hace días por los servicios de seguridad del Consejo de la UE de la existencia de «pinchazos» en algunas líneas telefónicas atribuidas a sus delegaciones en el interior del edificio Justus Lipsius.

Las escuchas fueron descubiertas el 28 de febrero y la Representación Permanente de España ante la UE fue advertida inmediatamente después «de manera informal y reservada».

Papandreu confirmó que la secretaría general del Consejo ha abierto una investigación y se comprometió a hacer públicos sus resultados.

Portavoces del Consejo negaron tajantemente que se sepa ya quién está detrás de este supuesto episodio de espionaje en la UE.

Cristina Gallach, portavoz del Alto representante para la Política Exterior y la Seguridad Común de la UE, Javier Solana, desmintió la información aparecida ayer en algunos medios de comunicación.

El diario francés 'Le Figaro' publicaba ayer en una columna de su última página que la policía belga ha identificado a Estados Unidos como responsable de la colocación de micrófonos destinados a intervenir varias líneas telefónicas atribuidas a las delegaciones de Francia y Alemania.