El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, saluda al presidente del Gobierno, José María Aznar.

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EUROPA PRESS-ATENAS
El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió ayer a las fuerzas de oposición «realismo político» en la nueva fase de la crisis iraquí y subrayó que la vinculación del régimen de Sadam Husein con el terrorismo, algo que defendía el Gobierno español desde el inicio de la crisis, se ha hecho «evidente» con la detención del terrorista palestino Abú Abbas.

«Los que han estado diciendo que no había conexiones terroristas, que digan algo» emplazó Aznar. «No puedo creer que lo dijeran pare beneficiar a Sadam, por lo que supongo que era por criticar al Gobierno», añadió, advirtiendo de que «el juego político tiene su límite».

Esta, dijo, y «muchas otras cosas, se van a demostrar», dijo Aznar en rueda de prensa desde Atenas, donde se reunieron los jefes de Estado y Gobierno de los Quince y los 10 países que entrarán en la UE en 2004.

La crisis iraquí está en las mentes de todos durante esta cita europea, aunque no están previstas discusiones formales. El jefe del Ejecutivo celebró un breve encuentro con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el que abogaron por un «papel central» de la ONU en el Irak de posquerra, papel que «debe estar bien definido en las diferentes etapas», según informaron fuentes del Palacio de la Moncloa.

Aznar y Annan acordaron seguir en contacto y colaborar para hacer frente a la crisis de Irak.