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El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, aseguró que el Estado Mayor del Ejército no había recibido ninguna queja sobre los aviones contratados por NAMSA y subrayó que el Yak accidentado estaba en perfecto estado. Desde la oposición, el PSOE pidió una comisión de investigación parlamentaria sobre el suceso mientras IU le pidió la dimisión.

Frente al discurso del ministro, el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, calificó de «poco creíble» que el Gobierno no conociera el estado de los aviones que se utilizan para estos desplazamientos. Caldera pidió una comisión de investigación parlamentaria en la que diferentes profesionales y usuarios de esos aviones pudieran hablar libremente sobre el estado de estos vehículos.

Durante en su comparecencia, Trillo insistió en dos ideas: la contratación del Yak siniestrado no se hizo por falta de presupuesto y ninguno de los tres jefes del Estado Mayor del Ejército había recibido ninguna queja sobre el estado de los aviones contratados por la agencia de la OTAN, NAMSA.

El titular de Defensa explicó que el Yakolev-42 siniestrado se había utilizado en otras seis ocasiones, tenía toda la documentación obligatoria para operar en regla y además tenía todos los certificados expedidos en el mes de abril. El ministro explicó que el presidente de la compañía a cuya flota pertenece el Yakolev le había confirmado en una declaración escrita que los aviones son periódicamente inspeccionados por representantes de la ONU y de la OTAN para confirmar sus aptitudes.

Al igual que ha venido declarando en los últimos días, atribuyó a la OTAN la responsabilidad en la contratación. Trillo aseguró que el proceso de contratación para cada uno de los 45 vuelos programados ha sido gestionado y garantizado por NAMSA.

En respuesta a la oposición, el titular de Defensa argumentó que al igual que a nadie se le ocurre contratar inspecciones particulares de los vuelos que contrata la agencia del Congreso «para que sus señorías se desplacen», tampoco se ha hecho con un servicio que está en manos de la agencia de la OTAN.