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EUROPA PRESS-TOLEDO
El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el primer ministro marroquí, Driss Jettú, confirmaron ayer en la finca toledana de Quintos de Mora y en un ambiente campestre y distendido, que han decidido superar etapas pasadas e inician una nueva etapa en la relación bilateral marcada por el optimismo. Tras un encuentro que Aznar calificó «muy positivo» para establecer una relación «fuerte, sólida y estrecha» de confianza política y cooperación mutual, ambos dieron un amplio repaso a las cuestiones de interés bilateral y a la agenda internacional.

Luego, en la rueda de prensa que ofrecieron en los jardines de la finca, ninguno de los dos ocultó que el buen clima que presidió la reunión de ayer no se dió en épocas pasadas -«sé muy bien que todas las etapas no siempre han sido así», admitió Aznar- pero tampoco quisieron hurgar en las heridas del pasado. De hecho, Jettú fue muy diplomático cuando se le preguntó por los verdaderos motivos que causaron la crisis diplomática surgida tras la decisión de Rabat de retirar a su embajador en Madrid y se limitó a hablar de «malentendidos».

«Personalmente soy optimista por naturaleza. Nunca miro atrás. Creo que ha habido algunos maltentendidos que hoy están ampliamente superados», resaltó el primer ministro, quien aseguró que las relaciones entre los dos países no se han resentido durante la crisis. En este ambiente cordial, Aznar y su invitado acordaron celebrar la Reunión de Alto Nivel (RAN) hispano marroquí en la segunda quincena del próximo mes de octubre. «Espero que en la Reunión de Alto Nivel de octubre podamos presentar los primeros resultados importantes desde el punto de vista político y comercial». Además el presidente español adelantó el apoyo de España a la candidatura marroquí para organizar los Mundiales de Fútbol en 2010.