La decisión de la Junta de Portavoces del Parlamento vasco de no
disolver al grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (antigua
Batasuna) provocó la rápida reacción de todos los partidos
políticos. El portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo
Barreda, afirmó que, tras la celebración de la Junta de Portavoces
del Parlamento vasco, corresponde actuar a los tribunales contra
quienes incumplen el auto del Tribunal Supremo por el que ordena la
disolución de Sozialista Abertzaleak. Además, calificó de
«auténtica farsa» la estrategia «urdida» por Juan María Atutxa y
los grupos nacionalistas para «dificultar la ejecución de la
sentencia».
Barreda lamentó, en primer lugar, que se haya permitido al grupo
abertzale estar presente en el encuentro, ya que «está disuelto por
sentencia judicial firme». «El hecho de que se le permita asistir a
la Junta de Portavoces es ya la violación flagrante de la
sentencia», afirmó. En similares términos se expreso el PSOE. El
secretario general de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico
del PSOE, Juan Fernando López Aguilar, advirtió a PNV y EA de que
deberán asumir «responsabilidades políticas y, en su caso penales»
por impedir con sus votos la aplicación de la resolución propuesta
por el presidente de la Cámara de Vitoria, Juan María Atutxa, que
preveía la disolución del grupo parlamentario de Sozialista
Abertzaleak.
Por su parte, el ministro de Justicia, José María Michavila,
calificó de «farsa grotesca» el rechazo de la mayoría de la Junta
de Portavoces del Parlamento vasco y afirmó que con esta decisión
queda probado que «el PNV ha decidido sumar sus fuerzas a la de los
terroristas». En opinión de Michavila, este rechazo supone «un
desafío y una provocación al Estado de Derecho», aunque añadió que
en una democracia «la Ley se acaba imponiendo siempre».
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, advirtió
de que el Parlamento vasco y su presidente, Juan María Atutxa, «se
sitúan fuera de la ley», comenten delito de desobediencia y
amenazan con un «conflicto institucional de gravísimas
proporciones».
Mientras, desde el PNV su portavoz, Joseba Egibar, advirtió a la
ciudadanía de la existencia de «una encrucijada política muy
seria», por lo que desaconsejó «bajar la guardia» y apostó por
defender «política, democrática y pacíficamente nuestros poderes y
nuestro desarrollo político hasta las últimas consecuencias».
El grupo parlamentario de EA recordó, ante las amenazas del PP y
el PSOE, que el artículo 26.6 del Estatuto de Gernika, establece la
«inviolabilidad de los 75 parlamentarios vascos por todas sus
opiniones vertidas en sede parlamentaria y por los votos emitidos»,
lo que, según explicó, significa que ninguno de ellos «puede ser
juzgado por sus opiniones o votos en el ejercicio de su cargo».
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