En este sentido, Rojo aseguró que a Aznar le hubiera gustado que el
candidato a diputado general de Alava fuera el de la coalición
PNV-EA, «para poder pasear por todos los rincones de España que,
gracias a los socialistas, Alvaro Iturritxa es el diputado
general». Por este motivo, dijo que el PSE-EE no está dispuesto a
«sacrificar un proyecto de cara a las próximas elecciones
generales» y reconoció ser «copartícipe y responsable» de la
determinación de su partido de apoyar a Rabanera y Alonso.
«A partir de ahora, las cosas van a ser distintas, porque lo que
no puede pretender un partido es sobrepasar al otro y entender que
los votantes de uno terminen en el cesto del otro», dijo Rojo,
quien consideró que hasta el lunes se ha «instrumentalizado» la
posición del PSE alavés para «atacar» al secretario general de los
socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, y «arremeter» contra su
formación.
Además, Rojo negó que la formación socialista sea «cautiva» del
PP y subrayó que en la actualidad, hay una «quiebra en las
relaciones con los populares en Àlava».
Patxi López, por su parte, recalcó que el apoyo al PP alavés no
será gratis y que los socialistas sólo gobernarán si pueden
condicionar la política. El secretario general del PSE precisó que
«una cosa es que gobiernen y otra que tengan un equipo de Gobierno
que les dé mayoría y estabilidad». López negó, además, la
existencia de acuerdos de Gobierno previos al 25 de mayo así como
que existan a día de hoy.
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