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La Asamblea de Madrid vivió ayer una jornada sorprendente. El PSOE perdió la Presidencia de la Cámara autonómica por la ausencia premeditada de dos de sus parlamentarios, que utilizaron este sistema para mostrar su oposición al acuerdo todavía no cerrado con IU. Los parlamentarios socialistas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez no acudieron a la sesión constitutiva de la Asamblea de Madrid. En los primeros momentos no se sabía muy bien cuál era el motivo. La portavoz adjunta del PSOE, Helena Almazán, solicitó a la Mesa de Edad, presidida por Carlos Westendorp un receso de cinco o diez minutos. Ante las quejas del PP, la socialista dijo que los dos diputados habían tenido «un pequeño percance».

Nada más lejos de la realidad, ya que su ausencia fue premeditada. Al resultar imposible localizarles, Westendorp se vio obligado a reanudar la sesión, ante las caras de preocupación de los socialistas. La votación, en primera vuelta, impidió que el socialista Francisco Cabaco lograse la mayoría necesaria para convertirse en el presidente de la Asamblea. Los 55 votos del PP sí fueron suficientes para que, en la segunda votación, en la que sólo era necesaria una mayoría simple, la popular Concepción Dancausa ocupara el cargo.

Ya durante la votación los móviles de los socialistas echaban humo. No sabían dónde estaban sus dos diputados díscolos, que sí habían acudido a una reunión del grupo parlamentario previa al Pleno. Ambos habían apagado sus móviles y en ese momento se desconocía el motivo de su ausencia. Diputados de PSOE e IU buscaban explicaciones indignados, con la duda de si detrás de esto había una traición interna o incluso una hipotética compra de sus escaños que el PP negó desde el primer momento.