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El candidato del PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Adolfo Suárez Illana, anunció ayer que no tomará posesión de su escaño en el Parlamento regional, pidiendo excusas por no haber sabido trasladar la confianza que le dio el partido en un proyecto «atractivo y ganador». Suárez Illana explicó que, pese a las «discrepancias», es el único responsable de los resultados del pasado 25 de mayo, por lo que consideró que su decisión beneficiará al PP. El partido ha asumido su retirada como una decisión «personal» y PSOE e IU con sideraron que el PP jugó «una mala» carta al elegirlo.

«No puedo abandonar mi análisis ni mis convicciones y tampoco puedo imponerlos. Como responsable, debo asumir mi responsabilidad. He fracasado», dijo Suárez Illana, agradeciendo la confianza de los electores, de la que dijo será que el partido quien responderá a ella, desarrollando un programa del que se siente «protagonista» y responsable, y que defenderán los 18 diputados. «Mi decisión beneficia al PP».

En los últimos días, Suárez Illana ha mantenido diversos contactos con la dirección nacional del PP para analizar tanto la situación del partido en Castilla-La Mancha, como los resultados electorales y el proyecto para la región, y señaló que en esos contactos se ha constatado que los análisis «difieren» entre la dirección nacional y el que hace él mismo.

La decisión de no tomar posesión como parlamentario autonómico y abandonar la política regional «es la forma de permitir que el partido sea el protagonista del proyecto que ha diseñado para esta región», indicó, recordando que desde su militancia de base mantendrá su apoyo total al PP.