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Las investigaciones de la Ertzaintza apuntan a que un reconstituído comando Vizkaya dejó el sábado el coche bomba al lado de la Feria de Muestras de Bilbao, aunque todavía desconocen cuál era el objetivo concreto de la acción terrorista, según informaron a Europa Press fuentes de la Policía vasca.

Las mismas fuentes señalaron que un fallo en el detonador impidió que estallaran los 30 kilos de explosivo, compuesto por cloratita y titadine, ya que la bomba tenía un temporizador para hacerla explotar a las once y media de la mañana.

El artefacto estaría bien colocado, si bien la falta de calidad del material utilizado por los activistas de ETA, provocó que fallara el sistema de ignición.

El vehículo, que el sábado no llegó a estallar, un Renault 19 color gris oscuro, que tenía las placas dobladas, había sido robado en la localidad vizcaína de Galdakao a un particular el día 30 de pasado mes de mayo.

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, lamentó que ETA estuviera a punto de «arruinar» el sábao «la fiesta de la democracia» con la colocación de un coche-bomba en la ciudad bilbaíno, y aseguró que, sin violencia, se puede conseguir todo.

De otra parte, la abogada Itziar Larraz, defensora habitual de presuntos etarras detenidos en Francia, fue procesada ayer por asociación de malhechores con fines terroristas, informaron fuentes judiciales.