TW
0

El ex dirigente etarra Santiago Arrospide Sarasola, alias «Santi Potros», y la ex integrante del «comando Madrid» Idoia López Riaño, «Tigresa», se negaron a declarar en el juicio que comenzó a celebrarse ayer en la Audiencia Nacional contra ellos por el atentado contra un convoy de la Guardia Civil cometido el 14 de julio de 1986 en la plaza de la República Dominicana, de Madrid, en el que murieron 12 agentes.

El fiscal pide 1.572 años de cárcel para López Riaño como autora material de la acción, y 1.560 años para «Santi Potros», por ordenar el atentado cuando ocupaba la dirección de ETA en Francia.

Ambos acusados anunciaron al inicio de la vista que no iban a contestar a las preguntas del fiscal y las acusaciones, y que renunciaban al derecho a la última palabra. «Tigresa» solicitó abandonar la sala y la presidenta de la Sección Tercera, Àngela Murillo, expulsó a los dos etarras ante la posible alteración del orden público.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, «Santi Potros» hizo llegar al «comando» los 35 kilos de Goma-2 con los que se preparó la furgoneta-bomba empleada en el atentado, cuya explosión afectó a un convoy de la Guardia Civil formado por un autobús y un microbús, en los que viajaban 73 agentes, así como por un Land-Rover. La Fiscalía afirma que Arrospide tenía pleno conocimiento de que el explosivo se utilizaría para matar al mayor número posible de guardias o policías.