TW
0

Palacio compareció a petición propia ante el Congreso, para informar del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad, en el que murió el capitán de navío Manuel Martín-Oar. No obstante, su comparecencia se convirtió en un debate genérico sobre el apoyo del Gobierno a la guerra, la evolución de la posguerra y el envío de 1.300 militares. La oposición aprovechó para insistir en que debe ser el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien comparezca en el Congreso, y ratificaron sus críticas hacia la política exterior del Ejecutivo, al que instan a promover el refuerzo del papel de la ONU en Irak frente a EE UU.

Al informar sobre la muerte del militar español, Palacio atribuyó a un «cúmulo de circunstancias adversas, connaturales a un ataque terrorista de tal magnitud», el hecho de no se dispusiera de la «noticia puntual» de su muerte. El resto de su exposición consistió en una defensa de los compromisos de España contra el terrorismo internacional. «No podemos permitir que una minoría de violentos ponga en peligro la reconstrucción de Irak». Sobre el envío de 1.300 militares españoles a Irak, dijo que esta decisión tiene su «base jurídica» en la resolución 1438 de Naciones Unidas, y aclaró que España no actúa en calidad de «potencia ocupante», sino para efectuar tareas «en el marco de la autoridad» provisional establecida por la coalición.

En el debate surgió la polémica con la oposición por las armas de destrucción masiva de Sadam, Palacio insistió en que «está acreditado» que estas armas existían y dijo que el Gobierno «confía» en que sean halladas. En nombre del PSOE, Manuel Marín denunció que el Gobierno use el atentado de Bagdad y la lucha contra el terrorismo para «justificar la guerra de Irak». IU atacó a Aznar por «revolcarse en la mentira» cuando Blair tiene que responder ante la Justicia británica. Como el resto de la oposición, CiU insistió en que Aznar debe comparecer «por obligación» ante el Congreso y le instó a que «tenga la valentía de decir que se fió de unos aliados que le mintieron». De otra parte, el PSOE, ante la posibilidad de que EE UU reclame una importante cantidad de dinero a la Comunidad Internacional para financiar el mantenimiento de la operación en Irak, señaló que España no debe dar «ni un solo euro» para ese cometido.