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Los partidos aprovecharon ayer, víspera de la conmemoración del XXV aniversario de la Constitución Española para posicionarse sobre la conveniencia o no de reformar el texto de la Carta Magna, una norma que para el Gobierno es la que «nos sirve hoy y, sobre todo, la que nos garantiza el futuro».

IU, que como el PSOE critica que el PP intente «apropiarse» de la Constitución, denunció que Aznar «se retranquea en una interpretación rígida y minimalista» de la Carta Magna, lo que marca «un campo de juego diametralmente opuesto al escenario de consenso» de hace 25 años.

El portavoz del Ejecutivo, Eduardo Zaplana, leyó al término del Consejo de Ministros una declaración en la que el Gobierno expresa su «más profundo respaldo y respeto» a la Constitución y reafirma su «vigencia y voluntad de servicio a las reglas del juego democrático que todos los españoles nos dimos hace un cuarto de siglo».

En similares términos se pronunció el PP que añade que no hay una demanda social que lo reclame.

Contrario a esta opinión se mostró el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien afirmó que «el mejor homenaje» que se puede hacer a la Constitución en sus 25 años es «ponerla al día y adaptarla a los valores de nuestro tiempo». Para Zapatero, amar la Constitución es reformarla en lo necesario, al tiempo que reafirma que España no se concibe sin Euskadi.

Desde el PNV se aseguró que el problema del País Vasco sigue vivo porque «hace 25 años se dejó mal resuelto» al no plasmarse las demandas de los nacionalistas.