Aznar advirtió en su intervención de que «alguien tiene que decir:
'hasta aquí hemos llegado'» en desarrollo autonómico, porque «pegar
patadas a la mesa común» sólo servirá para «hacer añicos» las
oportunidades de los españoles. Por ello, solicitó a sus compañeros
que realicen un esfuerzo para evitar que las elecciones del 14 de
marzo «se conviertan en el carrusel del 'gratis total' en economía
y el 'todo a 17' en política» y pidió a quienes quieran estar
«fuera de la Constitución» que «se moderen y se tranquilicen».
Aunque Rajoy no nombró en ningún momento a Rato, subrayó que él,
a diferencia del PSOE, no había ofrecido ese puesto «a media
España», ya que sólo tenía un candidato, que «además ha aceptado».
En ese momento, Rato, situado en la primera fila del auditorio,
agradeció con un gesto las palabras de Rajoy y fue felicitado entre
otros por el presidente del Gobierno, José María Aznar, y su esposa
Ana Botella.
Rajoy aprovechó su intervención en el homenaje a Aznar para
resaltar la importancia de la figura de éste a lo largo de las dos
últimas legislaturas. Eso sí, lanzó un mensaje a todos los partidos
de la oposición: Estará dispuesto a hablar «con todo el que quiera
hacerlo», pero sin «abdicar» de su idea de España ni aceptar
«hipotecas».
El presidente, quien se emocionó visiblemente en reiteradas
ocasiones, subrayó como un «mérito de la democracia» los logros en
la lucha contra el terrorismo, al que se ha combatido con
«decisión, coraje, convicción y determinación» y realizó una
promesa ante sus compañeros de partido: «De esta lucha, mientras
dure, yo no me voy a ir, ni hoy ni nunca, hasta que acabe
definitivamente derrotada».
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