Zapatero durante la entrevista que mantuvo ayer con el presidente argentino, Néstor Kirchner.

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PSOE y ERC exigen explicaciones por el papel del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la filtración de la entrevista entre Carod-Rovira y ETA, y piden a la Fiscalía del Estado que lo investigue. Todos los partidos creen que se ha utilizado información de forma partidista, para beneficiar al PP. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que es evidente, a tenor de sus declaraciones, que tanto Aznar como Rajoy tenían conocimiento de la entrevista. ERC e ICV van más lejos y piden la dimisión del presidente del Gobierno, responsable último del CNI, por lo que consideran una vulneración de la Ley de Secretos Oficiales.

Zapatero instó a Cardenal a que investigue «todos los extremos» de la reunión entre Carod-Rovira y ETA, no sólo lo que conoce el ex conseller en cap, sino también el uso del CNI por parte de Gobierno y el PP «para atacar a los adversarios electorales». Para el líder socialista, tanto el presidente del Gobierno como el secretario general del PP conocían la existencia de este encuentro, «un escándalo muy grave y serio» que exige la actuación de la Fiscalía y que lo aborde el Parlamento, ya sea en la Diputación Permanente o en la Comisión de Secretos Oficiales».

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, coincide con esta apreciación. «El PP conspira contra la democracia al usar al Estado y sus instituciones como un cortijo particular. El CNI es un brazo del Gobierno, como si fuera otro 'Watergate'», aseguró el líder de IU que incluyó a los servicios de Inteligencia españoles en «la conspiración del Gobierno contra los demás partidos». Como Zapatero, Llamazares pidió la comparecencia del Gobierno en el Congreso y una investigación judicial, ya que «investigar e intervenir a los partidos políticos supone una vulneración del principio de la representación política». Los partidos catalanes, especialmente implicados en esta polémica, también han lanzado duras críticas contra el Gobierno. ERC ha anunciado que pondrá en conocimiento del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya todo lo sucedido. «Ha habido claramente una utilización impropia de los servicios de Inteligencia del Estado, en este caso con la filtración de información que la Ley determina como clasificada», según dijo el portavoz del partido, Joan Ridao.

ERC denuncia la «instrumentalización política y partidista» de la reunión de su líder con la cúpula con ETA, pero también considera que se han producido varios delitos. Los republicanos catalanes pidieron la dimisión de Aznar como responsable último de todos estos delitos, la misma petición que hizo ICV.

PNV, CiU y CC también exigen a Aznar explicaciones ante la Cámara. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, instó a Jesús Cardenal a investigar si se ha espiado a partidos democráticos si de verdad «no está al servicio de Aznar» y recordó que en 1972 el partido demócrata de Estados Unidos fue espiado por los hombres del presidente Nixon, lo que provocó su dimisión.