Rajoy junto a los minsitros Eduardo Zaplana y Federico Trillo.

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EFE-ALACANT
El candidato del PP, Mariano Rajoy, contrastó ayer la España «alegre y feliz» del PP con la «película de cine negro» que fue la pegada de carteles celebrada por el PSOE y aseguró que, en las elecciones, no tiene «ni rival», ya que quien renuncia a sus convicciones «no está preparado para gobernar».

Tras desgranar toda una serie de críticas a las políticas que defienden los socialistas y compararlas con los logros del PP, Rajoy aseguró estar convencido de que el 14-M y «visto lo que estoy viendo en España, creo que esos que nos van a votar con la cabeza van a empezar a votarnos también con el corazón».

En su intervención, y sin mencionar ni una vez por su nombre al secretario general del PSOE, Rajoy aseguró que «un político es un irresponsable si en lugar de resolver problemas los crea», que «demuestra su debilidad» si renuncia a sus principios y que «ese buen hombre» que anoche vestía de negro, estaba «triste» y «enfadado con todo».

Rajoy también explicó que, por la mañana, quería haber estado en San Sebastián -adonde no pudo trasladarse debido al mal tiempo- para solidarizarse con las víctimas del terrorismo, reiterar su intención de mantener la política antiterrorista y la vigencia del Pacto Antiterrorista. Además, mostró su convicción de que «el fin de ETA está hoy mucho más próximo que nunca».

Explicó que el acto de inicio de campaña celebrado por el PP en Santiago fue «festivo, ilusionante» con gente «que quería mirar al futuro». «A la misma hora, en Madrid, unos señores que escuchaban a un extraño señor vestido de negro y con una especie de corbata algo así como de lunares; creo que le llamaban Zetape».