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EFE-SAN SEBASTIÀN
El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, aseveró ayer que su partido es el que «mejor» puede asegurar la convivencia en Euskadi, indicó que esa es la tarea a la que se compromete tras el 14-M, y sentenció que no vale ni el Plan Ibarretxe, «ni el Plan Oreja», sino «uno de todos».

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno alertó de que el final del terrorismo, objetivo para su primera legislatura, se tiene que hacer también sin usar la lucha contra ETA ni a las víctimas en la contienda electoral, y advirtió de que su partido nunca «ha jugado a separatistas ni a separadores» sino que ha tendido «puentes».

En el Palacio Kursaal ante 3.000 personas, según la organización, Rodríguez Zapatero reiteró que no discutirá con el candidato del PP, Mariano Rajoy, de la política antiterrorista y concluyó que su partido tiene la obligación de «convocar un horizonte de derrota del final del terrorismo, y eso se hace uniendo voluntades, con generosidad y visión de Estado, y no dividiendo a los demócratas».

«Si presido uniré a todos los demócratas contra ETA, nunca utilizaré el terrorismo electoralmente y esto no es un eslogan -remachó-, es lo que he hecho durante los años en la oposición».

Tras recordar el apoyo que ha dado él y su partido al Gobierno en materia antiterrorista, el candidato socialista reconoció la labor de los socialistas vascos y relató que en Euskadi nació buena parte del socialismo histórico que luchó desde su nacimiento por la libertad, la defensa de los más débiles y por un pacto social.