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El número de víctimas mortales de la masacre originada por los atentados terroristas del pasado jueves en Madrid asciende ya a 200 con la muerte del salmantino Ambrosio Rogado, en el Hospital 12 de Octubre. Los 38 cuerpos que aún no han sido identificados están ya en el cementerio de la Almudena.

Hasta el momento, los heridos a causa de las explosiones que fueron atendidos en hospitales y centros, tanto de la red pública como la privada, suman un total de 1.511, de los que 266 continúan ingresados con diversos pronósticos. El salmantino de 54 años, Ambrosio Rogado, es la víctima número 200 de la masacre sufrida por la capital. Esta cifra fue confirmada por el vicepresidente primero del Gobierno regional, Ignacio González, tras la reunión del Gabinete de Crisis de la Comunidad de Madrid. Entre los 200 fallecidos se encuentran ocho personas de la comunidad islámica, según el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatary Bakry, y cinco ecuatorianos, según informó la Embajada de este país en Madrid. González también indicó que han concluido en el pabellón 6 de Ifema las labores de identificación de 154 fallecidos, entre los que se encuentran 31 extranjeros de doce nacionalidades diferentes, que fueron puestos a disposición de sus familiares.

El resto de las personas sin identificar, treinta y ocho, fueron trasladadas al cementerio de la Almudena. En la cámara general del mortuorio ubicado en la oficina principal del cementerio, la policía científica y ocho forenses, que recurrirán cuando sea necesario a las pruebas de ADN, intentan identificarlos. Según el ministro del Interior, Àngel Acebes, se tardará al menos 36 horas en concluir estas pruebas que permitirán su identificación. Allegados de desaparecidos aguardaban cerca de las instalaciones situadas en la entrada principal de la necrópolis de la Almudena, ante la posibilidad de que alguno de los no identificados sea el familiar que buscan.

Según informa Gabino Abanades, director de la empresa de Servicios Funerarios de Madrid, personal de este departamento ha tomado los datos de unas catorce familias con desaparecidos para poder localizarlas a medida que se vayan confirmando si sus allegados están entre los cadáveres pendientes de identificar. Dado el estado de los restos, a los familiares no se les permite acceder a un posible reconocimiento.