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A pesar de que la normalidad fue la nota dominante en la jornada electoral de ayer, el dolor y el recuerdo de las víctimas de los brutales atentados del jueves han marcado el día en el que algunos heridos, que pidieron permiso y contaron con asesoría médica, abandonaron los hospitales momentáneamente para ir a votar.

De entre las incidencias de la jornada, destaca la que se produjo en un colegio de Madrid, cuando un bebé de dos meses resultó golpeado levemente al caer sobre su cabeza el cartel con el listado de los electores de un colegio de la capital.

Una jornada en donde los colegios, que, como sucede siempre en un día de elecciones, fueron los protagonistas, aunque ayer con las banderas a media asta. Y fue aquí, en las aulas, que cambiaron los pupitres por las urnas, donde se produjo algún incidente algo descompensado.

Como el que protagonizó en Tarragona un joven de 20 años, vecino de Vilafranca del Penedés, que abofeteó al presidente de una mesa de Sant Jaume de Domenys donde intentaba votar, porque al no estar inscrito en el censo de este municipio no podía ejercer su derecho al sufragio, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Tarragona.

En Sigüenza, Guadalajara, un elector fue detenido y puesto a disposición judicial por increpar al alcalde y al teniente de alcalde de esta localidad. Además, el detenido exhibía una pegatina de «No a la guerra» y contra la violencia.