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La Ertzaintza ha puesto a disposición de la Audiencia Nacional a un magrebí que detuvo el lunes en San Sebastián por si pudiera tener relación con los atentados perpetrados el pasado jueves en Madrid, según informaron fuentes del Departamento vasco de Interior.

Los agentes comenzaron la búsqueda de esta persona, lograron localizarla ayer y procedieron a su detención, tras interrogarle. Tras estos hechos, se le puso a disposición del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para que determine si tiene alguna relación con la masacre de Madrid o no.

Las mismas fuentes relataron que, a mediados del pasado mes de enero, en la capital guipuzcoana, una patrulla de la Ertzaintza fue llamada por unos vecinos por un tema relacionado con tráfico de drogas e identificó a unos ciudadanos de origen magrebí.

Uno de ellos dijo a los agentes: «Os váis a enterar, vamos a matar a un montón de madrileños, vamos a llenar Atocha y las calles de La Castellana de muertos».

Los ertzainas no le dieron entonces importancia, pero, después de los atentados, se acordaron de aquella conversación, lo comunicaron a sus mandos y el viernes a primera hora el Departamento de Interior del Gobierno vasco trasladó los datos al Ministerio, la CNI y la Policía Nacional.

De otra parte, Jamal Zougam, uno de los marroquíes detenidos en Madrid se perfila como un elemento clave en la investigación del 11-M. Según la cadena Ser, fuentes de la investigación apuntan casi con toda seguridad a este marroquí como uno de los autores materiales de los atentados. Zougam, además, ha sido reconocido por un testigo que viajaba en uno de los trenes afectados.

La policía cree que al menos otras cinco personas actuaron directamente en los atentados. El nombre de Zougam aparece en un auto del juez Garzón por el que procesó a Osama Bin Laden y a 34 personas más por los atentados del 11-S. Además los nvestigadores han constatado relaciones directas entre él y algunos de los arrestados en Marruecos por los atentados de Casablanca.