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EFE-PAMPLONA
Dos consejeros de la empresa Azkoyen han dimitido por no estar de acuerdo con la actuación del presidente de la sociedad, Juan Félix Iriondo, ante la investigación abierta por la Audiencia Nacional por supuestos pagos a ETA.

La dimisión, según los citados consejeros, se ha producido como consecuencia de no haberse celebrado el consejo de administración de Azkoyen, tal y como habían instado, y «a la vista de la contestación dada» por el presidente de la sociedad al requerimiento de información por parte de la CNMV.

Así lo comunicó ayer la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que acordó suspender cautelarmente la cotización de las acciones de la empresa navarra Azkoyen, «por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre el valor».

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón dirige desde hace varios meses una investigación a empresarios vascos por el presunto pago a ETA del llamado «impuesto revolucionario», en el marco de una causa que se mantiene secreta y que podría contener las investigaciones a directivos de Azkoyen.

La compañía, con sede en la localidad navarra de Peralta, asegura que «no consta en las actas la realización de los desembolsos por los que se han abierto diligencias policiales».

Los acontecimientos sucedidos en las últimas horas en torno a estos hechos han llevado a los consejeros Juan Odériz, en representación del Grupo Corporativo Empresarial Caja Navarra, y Javier Garde, consejero independiente, a presentar su dimisión con carácter «irrevocable», tal y como consta en el escrito dirigido a la CNMV.

Asimismo, mostraron su discrepancia con «la posición del presidente en relación con la situación derivada de las diligencias policiales abiertas a ex consejeros de la compañía y al ex director general de la misma en conexión con la presunta realización de determinados pagos con cargo a fondos de la sociedad».