Dirigentes del PSE y familiares recuerdan al edil Juan Priede, asesinado hace dos años por ETA.

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En un comunicado en el que se hace balance de los resultados de las pasadas elecciones, la banda terrorista ETA se ha dirigido al futuro presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que adopte «gestos fuertes y valientes para con Euskal Herria» y poder conseguir así la paz «por la vía de la razón y la sensatez».

La banda terrorista cree que la decisión de Zapatero de retirar las fuerzas armadas españolas de Irak es un gesto «fuerte y valiente, la deuda a pagar por el castigo infligido por los ciudadanos al PP en las urnas» y que en Euskal Herria también hacen falta este tipo de gestos. También considera que el mismo problema que tuvo el anterior presidente socialista, Felipe González, lo ha tenido el Gobierno de Aznar, que tras ocho años ha acabado fracasando. El problema, según afirman, es el conflicto de Euskal Herria. «ETA había recuperado una nueva vía para las relaciones con el Gobierno de España, y puso sobre la mesa dos propuestas: cerrar el frente de las cárceles en base a las reivindicaciones del Colectivo de Presos Políticos Vascos, y la Alternativa Democrática para la resolución del conflicto». También aseguran que en dos legislaturas, el PP «no ha logrado acabar con la resistencia vasca y con la izquierda abertzale».

Sin embargo, la banda mantiene su «decisión de continuar luchando» hasta la resolución del conflicto político debido a su «dimensión internacional». PSOE e IU aseguran que ETA no está legitimada para intervenir en la vida política y que sus palabras «carecen de validez» por ello instan a la banda armada al cese definitivo de la violencia.

ETA reconoce, en el comunicado fechado el 16 de marzo y publicado en los diarios 'Gara' y 'Berria', que la solución al conflicto en Euskadi «no está en manos de un agente, una persona o una organización» y considera que para ello es clave la recuperación del derecho de autodeterminación en el pueblo vasco. De ahí que en el comunicado mantenga la «decisión de continuar la lucha» y su disposición a lograr la resolución mediante el diálogo.