Caldera y Rubalcaba, junto a los representantes de todos los partidos, excepto PP, presentaron ayer el acuerdo.

TW
0

Satisfacción en el PSOE por el acuerdo cerrado con todos los partidos de la oposición salvo el PP para el reparto de los órganos parlamentarios. Pero sobre todo satisfacción en las minorías, que ya han recibido este pacto como el final del «rodillo» que ha practicado el PP con su mayoría absoluta. El pacto establece específicamente que el PSOE, a pesar de la cesión de varios puestos, no se quedará en minoría frente al PP en las Mesas de Congreso y Senado. El PP justificó su negativa a sumarse a este acuerdo en que habría servido para dar «estabilidad» al Gobierno socialista y debilitado al PP, «la única oposición» que a su juicio tendrá el PSOE.

Consideran los firmantes que la democracia se refuerza si los órganos de las cámaras integran el máximo pluralismo político posible y, además, consideran que eso es lo que han pedido los ciudadanos en las elecciones.

Pérez Rubalcaba explicó que el acuerdo refleja las pautas que deben guiar la nueva legislatura, el diálogo, la búsqueda del consenso y el respeto al adversario político. Los partidos minoritarios se mostraron muy satisfechos con el acuerdo. CiU se mostró convencido de que «oxigenará y enriquecerá el sistema parlamentario» y hará que el centro de decisión política vuelva a las Cortes, «de donde nunca debió salir». IU destacó que pone fin a «la mayoría autoritaria del rodillo» del PP. Entre el resto de los partidos, sólo hubo expresiones de satisfacción.

El pacto lleva por nombre 'Acuerdo por el pluralismo político en los órganos institucionales del Congreso y del Senado' y supone garantizar la estabilidad durante toda la legislatura e impedir que el PSOE se quede en minoría frente al PP en las Mesas de Congreso y Senado, a pesar de que los populares tendrán más asientos en ambos órganos. Ése es el compromiso que adquieren los grupos minoritarios para contestar a la cesión del PSOE de algunos puestos que le correspondían como fuerza más votada.

Sólo el PP se negó a sumarse al pacto, a pesar de la voluntad del PSOE de que participaran en él. Eduardo Zaplana, que será el portavoz popular en el Congreso, trató de justificar la decisión de su partido. «El PSOE ha querido buscar cesiones por nuestra parte que les beneficiaran a ellos y que, además, nos hubieran impedido hacer una oposición exigente», dijo. Lo cierto es que la negativa del PP a pactar ha obligado a los socialistas a ceder más puestos de los que había planeado en un principio. Para Zaplana, no ha habido falta de generosidad por su parte. «Somos el único grupo de oposición y eso obliga a un ejercicio de responsabilidad muy importante. Otra cosa significaría traicionar a casi diez millones de personas que confiaron en nosotros». Dijo que el PSOE ha pretendido «debilitar» a la oposición para lograr «la mayor estabilidad posible del Gobierno».