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EFE-BAYONA
Un importantísimo escondrijo de ETA, que servía de fábrica y almacén de armas y explosivos, fue hallado ayer por la policía en el País Vasco francés, donde detuvo a dos personas, en un nuevo golpe a la banda ligado a la captura de tres de sus dirigentes hace dos días en el oeste y suroeste francés. El taller-almacén fue descubierto en las dependencias de la casa «Lakoa», ubicada en el centro de la aldea de montaña de Saint-Michel, cerca de Saint-Jean-Pied-de-Port, a unos 10 kilómetros de la frontera con España.

Según el ministro español del Interior en funciones, Angel Acebes, puede ser «uno de los mayores arsenales» de ETA. En la operación, lanzada ayer poco antes de las seis y media de la mañana hora local, la policía francesa detuvo a un presunto etarra que estaba armado y al dueño del caserío, el apicultor y pastor Jean-Marie Sempée. Se trata de Zeberio Aierbe, de 38 años y nacionalidad española, que fue arrestado en Costa Rica en 1996, cuando llegaba de Nicaragua con documentación falsa, después de pasar varios años en México, y fue condenado a un año de prisión en el país centroamericano.

«Es una verdadera cueva de Ali Baba», dijeron fuentes próximas a la investigación, que la compararon con la «histórica» fábrica clandestina desmantelada en Bidart en 1993, al año de la caída de la entonces cúpula de ETA en esa localidad vascofrancesa. Hay armas cortas y largas, explosivos de todo tipo, granadas «Jotake» y proyectiles anticarro, municiones y material electrónico «en gran abundancia», agregaron las fuentes.

Tras descubrir el taller clandestino, la policía cortó la carretera de acceso a Saint-Michel y llamó a los artificieros. Luego llegaron unos 25 agentes de la Gendarmería con camiones militares en los que se fueron cargando cajas sacadas del taller, indicaron testigos presenciales.