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El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) ha impuesto a Telefónica de España una multa por importe de 57 millones de euros, la mayor de la historia de este organismo, por abuso de posición dominante en el mercado de telefonía fija, al obstaculizar que sus clientes preseleccionaran las llamadas a través de otras compañías.

La preselección permite que un cliente de Telefónica, que paga el abono mensual a esta compañía, pueda llamar desde su teléfono fijo a través de otras operadoras sin tener que marcar un prefijo. De esta forma es como las nuevas operadoras van aumentando su clientela, por lo que consideran que este es un instrumento fundamental para potenciar la competencia en un mercado donde el antiguo monopolio sigue siendo el líder.

La sentencia, que responde a la denuncia presentada por la Asociación de Empresas Operadoras y Servicios de Telecomunicaciones (Astel), será recurrida por Telefónica que, desde que desapareció su monopolio, sigue controlando la mayoría del mercado de teléfonos fijos y ha evitado la preselección con «prepotecia» y prácticas «muy graves» de forma reiterada.

Astel argumentó en su denuncia que Telefónica realizaba conductas prohibidas por la ley consistentes en «limitar la competencia mediante el tratamiento discriminatorio de las solicitudes de preasignación, vincular la prestación de determinados servicios a la inexistencia de preasignaciones con operadores competitivos y realizar prácticas comerciales de recuperación de clientes, que producen confusión en el usuario». Esta patronal, integrada por 26 operadoras, asegura que una vez que sea firme la resolución del Tribunal, estas empresas reclamarán daños y perjuicios a Telefónica.